BUENA TERAPIA
Las regiones del
cerebro implicadas en el procesamiento de la música también son necesarias para
otras tareas, como la memoria o habilidades del lenguaje.
Por tanto, “si la
música tiene una fuerte influencia en la plasticidad del cerebro, es posible
que este mismo efecto pueda utilizarse para mejorar el rendimiento cognitivo”.
Por este motivo,
propone aprender a tocar un instrumento como terapia neurocognitiva. Uno de los
estudios más importantes en este sentido lo realizó Teppo Sarkamo, neurólogo de
la universidad de Helsinki, en 2008.
En él, intentó
examinar si escuchar música a diario aumentaba las probabilidades de recuperar
las funciones neurocognitivas y del estado de ánimo tras un accidente
cerebrovascular (ictus).
Los resultados
mostraron una mejora significativa en la recuperación de la memoria verbal y de
la capacidad de atención.
También hubo una
mejora sustancial del estado de ánimo. Según Jäncke, la música puede utilizarse
como una herramienta no invasiva para terapias neurológicas. La formación
musical, además, podría mejorar las habilidades lectoras y de escritura, más si
se utiliza con niños disléxicos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario